jueves, 24 de abril de 2008

sin más ni más

cada día me doy cuenta de que últimamente no tengo preocupaciones, salvo las del día a día, pero que aquí, en Dinamarca, ni siquiera esas tienen importancia, no me causan comederos de cabeza.
mis días pasan como tienen que pasar, sin planearlos, sin deducirlos, tan sólo dejando que pasen lo mejor posible, haciendo por que pasen de la mejor manera. lógicamente hay días mejores que otros, pero al final de cada uno me siento bien, satisfecha.
estos últimos están sucediéndose como si alguien los hubiese ordenado perfectamente, cada momento encaja perfectamente con el siguiente, y con el anterior.
largas conversaciones que surgen solas, largas tardes de descanso.
y el tiempo nos sigue dando tregua, así que hoy nos aprovecharemos de la playa y sus frías aguas, de sus paseos y de sus tardes casi de verano
hoy, seguiremos creando risas en buena compañia

miércoles, 23 de abril de 2008

tranquilidad

la felicidad depende del momento. ya no sólo porque unas veces se está más feliz que otras, sino porque depende del momento de tu vida la felicidad se encuentra en unas cosas o en otras, en unas personas o en otras, en unas actitudes o en otras.

nos solemos creer que las cosas más intensas son las que más felices nos hacen. y bueno, pues están muy bien y el tiempo que duran sí que es verdad que te hacen sentir la persona más feliz del mundo. pero por lo general tras ese momento cúspide viene un momento de bajada, de gran bajón podríamos decir, que normalmente tiene un efecto doblemente dañino, porque la caída es desde más altura. además, no se puede mantener esa intensidad mucho tiempo, porque se acaban las ideas, se agotan los porqués y los sentimientos se van apagando, posiblemente porque esos bajones ayudan a apagarlos.

y volviendo a lo de antes, seguramente en algún momento de tu vida necesitas esas subidas, esos bajones, aprender de las caídas, revivir con momentos intensos; pero, a la larga, es mejor una línea más o menos continua, que te de esa tranquilidad que no te dan las montañas rusas.

quizá sea eso lo que busque ahora. tranquilidad...


gracias pequeñuela por las sabidurías.
por compartir aprendizajes.
por seguir enseñándome.

[días perfectos. seguimos de soles y encantos]

martes, 22 de abril de 2008

de intensivo

no es que me haya olvidado de escribir, es que llevo un par de días que no tengo ni tiempo, aunque sé que para escribir siempre lo hay.
un domingo dominguero, con pic-nic al sol y juegos al aire libre; esta vez no me conforme con verlo desde fuera, sino que participé de las risas, me olvidé de los malestares físicos y las toses, y decidí disfrutar de la primavera.
lo que suele pasar cuando estás un día sin hacer nada es que se te acumulan los quéhaceres para el día siguiente. y eso fue lo que pasó el domingo. todo para dejar todo listo para recibir una visita importante, para recordar a qué sabe la amistad que nunca se ha ido.
y llegó. con algún que otra anécdota, pero la pequeña tami llegó, cargada con muchísima energía que no tardó en transmitirme ni un sólo segundo.
al día siguiente más de lo mismo. planes y planazos. comidas ricas. postres. reunión de amigos. paseitos. redescubriendo encantos. y es que está ciudad de eso sabe bastante.
hoy el día amaneció igual que ayer. soleado y cargadito de planes.

domingo, 20 de abril de 2008

luna lunera

son las 00.05h.

es la primera vez en ocho meses que soy consciente de que la luna llena aquí también me acompaña. me parece imposible que no la haya descubierto antes en alguna de estas noches danesas. pero entonces descubro el por qué. se debe a que aquí el cielo siempre está nublado, impidiéndome disfrutar de ella.

pero hoy por fin veo las estrellas; hoy por fin dormiré arropada por la luz de la luna llena. con lo que me gusta.


y ayer acabó con alguna risa, pero sabía yo que hoy iba a ser mejor día. hoy, 20 de abril, como dice la canción, yo sigo con mis sueños...

sábado, 19 de abril de 2008

en lo oscuro de la noche

anoche llegaba tarde a casa, cansada, dispuesta a dormir. sin embargo algo me hizo encender el ordenador y lo encendí preparada a encontrarme cualquier cosa. leí. letras ya casi olvidadas, sensaciones extrañas de algo que jamás sé si podrá revivir de aquella muerte anunciada a gritos (aunque me gustaría), de aquel sabor amargo que en su día fue más dulce que amargo, pero que hoy me cuesta describir.

hoy ha hecho el mejor día desde hace mucho tiempo. día primaveral. amigos reunidos bajo los rayos del sol. risas. pero yo no lo he sabido aprovechar. he preferido mantenerme al margen, escuchando como reían.

mañana seguro que es mejor día.

jueves, 17 de abril de 2008

días de abril

acabo de descubrir lo que me gusta el mes de abril. es un mes que suena bonito, pero es que además se encuentra en la mejor posición del año. dice hasta luego a un invierno frío y largo, sobre todo este año, en el que por encontrarme donde me encuentro he pasado el invierno más largo de mi vida. de momento. y a la vez da la bienvenida a los rayos del sol, a los días de verano, que ya se van acercando. y con ellos las eternas horas de luz, las risas en la playa, los paseos que nunca acaban.

normalmente todo el mundo tiene su número favorito, su día de la semana favorito, su color favorito, hasta su nombre favorito. yo hoy he conocido a mi mes favorito. ABRIL. porque me regala esperanza, ilusión; me dibuja sonrisas con otro color, el de las noches de verano que quizá nos vuelvan a unir...

el por qué de las palabras

no deja de sorprenderme lo que pueden hacer sentir unas palabras. hay muchas que pasan desapercibidas para los oídos; otras en cambio, sin saber cómo ni por qué, siempre llegan a lo más hondo del alma.

da igual lo que digan, da igual cuando lo digan; lo cierto es que lo dicen y una brecha se te abre en el pecho. una brecha llena de felicidad, de tranquilidad, por saber que nunca dejarás de escucharlas, por saber que no hay tiempo ni distancia capaces de estropear lo que un día nació en una estación de tren.

ya no recuerdo si fuiste tu el primero en hablar, o si lo fui yo; tampoco recuerdo muy bien la primera conversación, pero sé que no fue como las demás. lo sé porque fue ahí donde nació esa brecha, la cual no deja de crecer.

y es que, como tu bien dices, el cariño y los abrazos se acumulan, así que imagínate lo que te espera la próxima vez que nos veamos.

miércoles, 16 de abril de 2008

afrontando temores

dicen que no hay mejor manera de superar los miedos que enfrentándose a ellos. ¿cómo va a ser posible éso?, ¿cómo vas a acariciar aquello que alguna vez te hizo sufrir, o que lo sigue haciendo? pues es cierto, algunas veces hay que ponerse al límite para descubrir que se puede, a veces te obligan a ello.

yo no es que tuviese ningún miedo, pero ya se sabe, que cuando algo no-agradable te sucede en algún lugar concreto, prefieres esquivarlo el resto de las veces. hoy, por distintas razones, no he podido esquivarlo. he hecho el mismo recorrido que decidí hacer aquel día, hace ya dos semanas, en el que quise cambiar de camino, tan sólo por eso, por "cambiar", porque no me gusta tener los mismos hábitos cada día, prefiero ir alternándolos. así que giré por otra calle, me encontré con una persona que me alegró el momento, así, por casualidad, continué mi camino, sentí la velocidad rozándome la cara, hasta llegué a pensar en ella, en lo que podría pasar si...y en aquella curva la bici resbaló.

tras unos momentos de incertidumbre, de no sentir un brazo, de querer pedir auxilio y darme cuenta de que no me salía la voz, de realizar una llamada que nadie respondió (el mismo alguien que minutos antes me había regalado una sonrisa y me había dicho "nos vemos en casa"), de descubrir que estás en una zona en la que nadie te puede ver a menos que te desplaces. sólo en ese momento, con alguna que otra dificultad, conseguí levantarme, gesticular el dolor, sin tocarme el brazo, ya que me daba demasiado miedo descubrir que le había pasado algo. recogí la comida que había comprado tan sólo unos minutos antes y que en ese momento se encontraba esparcida por el suelo ("menos mal que no compré huevos", fue lo siguiente que pensé), cogí como pude la bici, con un brazo que seguía sin sentir, y me puse a pedalear con el único consuelo de que en cinco minutos llegaría a casa y allí estaría aquel alguien de nuevo para darme un vaso de agua y devolverme la tranquilidad que me hacía falta. y así fue. jamás deseé tanto aquella llegada, aquel portazo y aquellos pasos subiendo las escaleras de casa. sentí alivió. y por fin pude llorar con ganas.

hoy he vuelto a pasar por aquel lugar. lo he recordado todo, pero en lugar de lágrimas ha surgido una sonrisa, una sonrisa por que al final no hubiese sido nada, aunque el brazo siga doliendo..."ya se curará", es lo que me repito cada día; veremos a ver si es verdad...

martes, 15 de abril de 2008

una forma de presentarse

cada persona tiene su propia forma de darse a conocer,
unos optan por decir su nombre,
otros prefieren su edad.
es curioso porque,
pensando en qué manera me siento yo más segura,
me he dado cuenta de que es hablando de sentimientos,
de los propios,
algo que normalmente cuesta mucho exponer.
así presento hoy mi blog,
como un lugar en el que plasmar mis sentimientos,
desde cualquier otra parte
...