martes, 22 de abril de 2008

de intensivo

no es que me haya olvidado de escribir, es que llevo un par de días que no tengo ni tiempo, aunque sé que para escribir siempre lo hay.
un domingo dominguero, con pic-nic al sol y juegos al aire libre; esta vez no me conforme con verlo desde fuera, sino que participé de las risas, me olvidé de los malestares físicos y las toses, y decidí disfrutar de la primavera.
lo que suele pasar cuando estás un día sin hacer nada es que se te acumulan los quéhaceres para el día siguiente. y eso fue lo que pasó el domingo. todo para dejar todo listo para recibir una visita importante, para recordar a qué sabe la amistad que nunca se ha ido.
y llegó. con algún que otra anécdota, pero la pequeña tami llegó, cargada con muchísima energía que no tardó en transmitirme ni un sólo segundo.
al día siguiente más de lo mismo. planes y planazos. comidas ricas. postres. reunión de amigos. paseitos. redescubriendo encantos. y es que está ciudad de eso sabe bastante.
hoy el día amaneció igual que ayer. soleado y cargadito de planes.

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